Coiba - Panamá

Coiba Segunda
gira

Para estudiar las poblaciones de caimanes y cocodrilos, se utilizó un método llamado Detección Visual Nocturna (DVN), basado en lo propuesto por Sánchez-Herrera y colaboradores (2011) y validado posteriormente por Venegas et al. (2020). Este método consiste en hacer recorridos por el río durante la noche, siguiendo rutas previamente definidas para estudiar el hábitat. En este caso, el ancho del río se consideró como el área de observación.

Durante estos recorridos, se buscaron los animales utilizando luces blancas potentes: lámparas de cabeza de 2,000 candelas y lámparas de mano de hasta 20,000 candelas. Los ojos de los cocodrilos y caimanes reflejan la luz con un brillo anaranjado-rojizo, lo que permite detectarlos en la oscuridad (Venegas et al., 2015). Esta luz también los encandila por un momento, lo que facilita acercarse para estimar su tamaño, identificar la especie y clasificarlos según su talla.

Cuando era posible y las normas de aeronáutica lo permitían, también se realizaron sobrevuelos con drones para observar y contar los animales desde el aire. Además, como parte del estudio, algunos individuos fueron capturados, marcados y liberados nuevamente. Esto permitió tomar medidas del cuerpo, revisar su estado de salud y conocer cuántos machos y hembras había en la población.

La ubicación y seguimiento de nidos se realizó aplicando la metodología de Sánchez-Herrera et al. (2011). En lo posible, se localizaron las áreas de postura o en su defecto el sitio en el río en el que se encontraban los neonatos.

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