Las provincias de Veraguas y Chiriquí se encuentran ubicadas en el occidente de República de Panamá. Las áreas visitadas en estas dos provincias se encuentran dentro de la zona de vida de bosque húmedo tropical (bh-T) según la clasificación de Holdridge, presentan altitudes entre 0 y 1,003 m s.n.m. y una precipitación promedio anual de 3,583 mm.
Veraguas, posee una superficie de 10,629 km² y para el año 2023 tenía una población estimada de 259,791 habitantes, el 85% de la provincia presenta un clima tropical húmedo (Ami) y diversas zonas de vida, incluyendo bh-T, bosque muy húmedo tropical (bmh-T), bosque húmedo montano bajo (bh-MB) y bosque pluvial montano bajo (bp-MB). Posee costas sobre el Mar Caribe y el Océano Pacifico y cuenta con siete cuencas hidrográficas importantes y sus ríos principales son: Río Caté (Cuenca 116), Río San Pablo (Cuenca 118), Río San Pedro (Cuenca 120), Río Quebro, (Cuenca 122), (IMHPA, 2024). Los ríos son por lo general caudalosos y profundos, con desembocaduras anchas, rodeadas de bosques de manglar, lo que ofrece hábitats óptimos para los crocodílidos.
Chiriquí, con una superficie de 6,547.7 km² y para el año 2022 tenía una población estimada de 471,071 habitantes, limita al norte con la provincia de Bocas del Toro y la Comarca Ngöbe-Buglé, al oeste con la República de Costa Rica, al este con la provincia de Veraguas y al Sur con el Océano Pacífico. Presenta un clima húmedo tropical (Ami), con una estación seca entre enero y abril. Al igual que Veraguas, incluye zonas de vida bh-T, bmh-T, bh-MB y bp-MB. Sus cuencas hidrográficas más importantes que abarcan parcial o totalmente esta provincia son: Río Palo Blanco (Cuenca 100), Río Chiriquí Viejo (Cuenca 102), Río Escárrea (Cuenca 104), Río Chico (Cuenca 106), Río Chiriquí (Cuenca 108), Río Fonseca (Cuenca 110), Río San Félix (Cuenca 112) y Río Tabasará (Cuenca 114).
En ambas provincias, los ríos son vitales para el abastecimiento de agua, pero su calidad ha sido afectada por la contaminación derivada de aguas residuales y escorrentía agrícola cargada de agroquímicos y materia orgánica.
En la temporada seca del 2024 en estas provincias se recorrieron 13 ríos y se aplicaron las metodologías de: 1. Evaluación y Monitoreo de Hábitat (EMH). 2. Evaluación de las poblaciones por Detección Visual Nocturna (DVN). 3. Marca Recaptura y liberación de Ejemplares (MRE). 4. Ubicación y seguimiento de nidos (USN) diseñada por Sánchez-Herrera et al. (2011) y validada para Panamá por Venegas et al. (2022).
Se visitaron 16 comunidades ribereñas que coexisten con caimanes y cocodrilos para aplicar encuestas a pobladores locales para evaluar la percepción del riesgo y el conocimiento sobre los crocodílidos. Se realizaron 61 encuestas a personas pertenecientes a los grupos étnicos mestizo y mulato. Los resultados de estas encuentras mostraron que la mayoría de los encuestados (82%) tienen un amplio conocimiento sobre las especies de crocodílidos con los que coexisten regularmente.
https://revistas.ucm.es/index.php/REDC/article/view/99599/4564456573244
En Veraguas, hay presencia confirmada de Crocodylus acutus en el Parque Nacional Coiba, en la costa pacífica. Los estudios en Coiba han examinado población, patrones de dispersión, dieta, clases de edad, etc. Repositorio Unbosque+2expeditiorepositorio.utadeo.edu.co+2
En las comunidades de Veraguas se realizan investigaciones de percepción del riesgo / conocimiento comunitario sobre los crocodílidos, lo cual indica que la especie está relativamente cercana en espacios habitados por humanos. Revistas UCM
En Chiriquí, también se reportan crocodílidos en humedales, manglares y zonas ribereñas de tierras bajas. Se menciona incluso el “cocodrilo de pantano” como especie de interés en esa provincia. Google Sites+2www.laestrella.com.pa+2
En estas provincias, los cuerpos de agua que conectan con manglares, estuarios o zonas costeras son los más usados por los cocodrilos, especialmente los manglares como refugio para juveniles.